Gracias al aporte de calcio natural muy absorbible por el organismo de los pájaros, sus huesos se fortifican y regeneran. Los pájaros que picotean el esqueleto de sepia, ponen sus huevos con más frecuencia y calidad que los pájaros que carecen del gran aporte de calcio natural que proporciona el hueso de jibia.
Los pájaros también usan el esqueleto de sepia para afilarse y desgastarse el pico a la vez. Impidiendo que el pico les crezca en exceso.
Además, la riqueza en oligoelementos logra que a los pájaros al mudar el plumaje, tengan sus nuevas plumas más sanas, fuertes y bellas. Con los colores más vivos e intensos.